sábado, 21 de agosto de 2010

NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE LA CANDELARIA II

HISTORIA DE LA DEVOCIÓN

Es una de las muchas advocaciones (nombres) de la Virgen María. Tuvo su origen en Tenerife, una de las Islas Canarias.

Según la tradición, la Virgen se le aparecío en 1392 a dos indios guanches que pastoreaban su rebaño, quienes, al llegar a la boca de un barranco, notaron que el ganado no avanzaba, como si algo impidiera seguir adelante. Para ver qué era lo que pasaba, uno de los pastores avanzó y vio en lo alto de una peña una imagen de madera como de un metro de alto de una mujer.

Traía una vela en la mano izquierda y cargaba a un niño en el brazo derecho. El niño llevaba en la mano un pajarito de oro.

Los indios, como tenían prohibido hablar con mujeres que estuvieran solas, le hicieron señas para que se apartara del camino. Como no le hacía caso, unos de los indios tomó una piedra para lanzársela, pero el brazo se le paralizó. Su compañero tomó la imagen e intento romperla, pero en el intento, se corto sus propios dedos.

Los indios corrieron a avisar al rey, quien de inmediato fue con todos sus guardias al lugar del acontecimiento.

Tomaron la figura y la llevaron a la casa del rey. Los encargados de llevarsela fueron los pastores que la encontraron, quienes al instante de tomarlas en sus manos, quedan curados del brazo uno y de los dedos, el otro. Ante este milagro, el rey ordenó que todo el pueblo honrara a aquella figura de mujer, a quien le llamaron “La Extranjera”.

Cuando la gente se acercaba a Ella, se oían armonías celestiales, se percibían aromas exquisitos y la imagen despedía una luz resplandeciente. Infundía en las personas temor y respeto, pero ellos no sabían a quién representaba.

Años después, los españoles conquistaron la isla de Lanzarote y soñaban con conquistar la isla de Tenerife.

En uno de sus intentos de conquista, apresaron a un niño guanche y lo llevaron a Lanzarote. Ahi lo bautizaron con el nombre de Antón, lo catequizarón y un tiempo después, lo llevaron de regreso a su isla natal de Tenerife.

Antón fue a la casa del rey a contarle todo lo que había sucedido y el rey le dio permiso para ver a La Extranjera. Cuando Antón la vio, se puso de rodillas y les dijo a todos que hicieran lo mismo. Les explicó que aquella Señora, era la representación de la Virgen María cuando llevaba a Jesús a presentar al templo.

Le explicó que la Virgen María era la Madre del Dios y de todos los hombres y que era una suerte tener ese gran tesoro.

Antón le pidió al Rey permiso para buscar un lugar en el que todos pudieran venerar. El Rey accedió y llevaron la imagen a la cueva de Achbinico, un templo subterráneo, que parecia una Iglesia natural. Antón cuidó por un tiempo de la Basílica. Alrededor de 1530, encargaron el Santuario a los padres dominicos que se les conocía como “Los Frailes de la Virgen”.

En noviembre de 1826, una tormenta terrible azotó a la isla de Tenerife, llegando al Santuario de la Virgen y las aguas se llevaron a la Imagen. Se hizo todo lo posible por encontrarla. Los padres dominicos acordaron mandar a hacer una imagen nueva. Así lo hicieron y en festividad del día 2 de Febrero de 1830, bendijeron la nueva imagen de Nuestra Señora de la Candelaria.

Desde el año 1599 se nombro a la Virgen de la Candelaria patrona de todo el archipiélago canario. Su devoción se ha extendido por la península y por toda Hispanoaméricana, principalmente por Venezuela.

Su milagros y favores son constantes.

Cada año acuden a visitarla miles de personas de todas las clases sociales para darle la gracias y pedirle beneficios.

Le cantan:

Muchas flores la fortuna

Regaló a las Canarias;

Pero como Tú ninguna.

Virgen de la Candelaria.

Virgen de Candelaria,

la más bonita, la más morena,

la que extiende su manto

desde la cumbre hasta la arena.

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